Las pantallas 3D son los dispositivos que pretenden simular una imagen estereoscópica, dando la impresión al espectador de estar dentro de la imagen.

El principal objetivo de una pantalla 3D es adquirir escenas del mundo real y por tanto tridimensionales y poder mostrarlas como imágenes 3D. Para la visualización final 3D se utilizan displays llamados autoesteroscópicos, los cuales permiten al usuario disfrutar de la sensación 3D sin ningún tipo de gafas ni complementos.

El proceso de la creación de gráficos tridimensionales comienza con un grupo de fórmulas matemáticas y se convierte en un gráfico en 3D. Las fórmulas matemáticas (junto con el uso de objetos externos, como imágenes para las texturas) describen objetos poligonales, tonalidades, texturas, sombras, reflejos, transparencias, translucidez, refraxiones, iluminación (directa, indirecta y global), profundidad de campo, desenfoques por movimiento, ambiente, punto de vista, etc. Toda esa información constituye un modelo en 3D.

El proceso de transformación de un modelo en 3D hacia una imagen 3d es llamado renderización (rendering).

Por lo general, la computadora debe contar con una placa aceleradora de 3D para la renderización de gráficos en 3D. La placa aceleradora es un dispositivo que ayuda al microprocesador a la realización de la renderización, pues suele ser un proceso pesado.

El resultado de una renderización puede ser una imagen 3d estática o una animación 3d

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